El Gobierno tomó nota de una advertencia que los empresarios habían hecho llegar a la Casa Rosada: la crisis en la producción generó una ruptura en la cadena de pagos, lo que dejó a varias fábricas y comercios al borde de la crisis total. Fue el ministro Dante Sica el que confirmó que los bancos le confirmaron que se elevó la cantidad de cheques rechazados aunque señaló que aún no hay un aumento en la mora bancaria
“Los bancos no ven aumentos de mora pero sí de cheques rechazados. Y eso empieza a generar una alerta”, dijo el ministro de Producción en declaraciones a Radio Mitre. Haber admitido esta situación generó tranquilidad entre los dueños de empresas porque señalaron que “la mejor forma de cambiar algo es admitiendo la realidad, algo que hasta el momento no se había manifestado”.
Los empresarios habían advertido de la crisis en ascenso en la industria con la ruptura en la cadena de pagos producto de la caída de las ventas y el efecto devaluatorio. En el seno de la UIA, varios industriales habían señalado que tenían en el sistema de cobro a 90 y 120 días el cobro de productos vendidos a con un tipo de cambio a $19 el dólar, cuando en la actualidad había superado los $28.
Una de las entidades que había alertado por el fenómeno en curso fue la Unión Industrial de la provincia de Buenos Aires, cuando reclamó por “la escasez de financiamiento para el desarrollo pyme, junto con una política de elevadas tasas de interés dispuesta por la referencia del Banco Central” que se había desatado con la “turbulencia” del mercado que elevó el precio del dólar.
Los bonaerenses habían señalado que ambas variables “habían provocaron un ahogo financiero en el sector industrial, que necesita liquidez para inversiones, mantener dinámica la cadena de pagos y enfrentar situaciones por fuera de la normal actividad”.
La preocupación de la UIPBA había surgido por el estado de situación de las pymes, muchas de las cuales mostraron una crisis con fuerte impacto en el empleo formal, que según algunos empresarios ligados a la alimentación podría superar los 80.000 puestos menos desde la asunción del presidente Mauricio Macri.
“La prioridad en los próximos meses es trabajar sobre las cadenas de pagos de las pymes, ya que muchas son proveedoras o clientes de grandes empresas”, enfatizó Sica, quien sin embargo aclaró que “no es que la economía pasó de crecimiento a caída”. “Tenemos una desaceleración por el impacto de estos meses, pero con lo que estamos haciendo nos vamos a recuperar”, dijo para buscar tranquilidad en el sector.
El anuncio de una nueva ley pyme, realizada ayer por Macri, generó expectativas entre los industriales aunque reclaman que los efectos sean “inmediatos”. “La ley Pyme en vigencia tardó un año desde su aprobación para empezar con los primeros efectos. Ante el panorama de recesión que se ve para los próximos meses, es necesario que se tomen medidas de inmediato para evitar que haya más cierre de fábricas porque no aguanten a los efectos de una ley que puede ser muy buena pero anacrónica”, afirmó una fuente de la UIA.